El mejor regalo
Seguro que tú también piensas que tu familia y tus amigos son el mejor regalo que la vida te ha hecho, pero cuando eras niño dejabas de "ajuntar" a tus compañeros de clase cada cinco minutos y tenías un nuevo inseparable en cada curso. Enseña a tu hijo el valor de la amistad desde pequeño para que disfrute de esta relación tan especial.
Para desarrollar este valor en tu hijo es importante que sepa qué es un buen amigo y porqué, cómo se comportan los buenos amigos, cómo mantener una buena amistad: preocuparse por sus compañeros, esforzarse por hacer algo útil en beneficio de los amigos, el niño amigo es el que no pelea con sus compañeros, comparte sus juguetes y conversa con los demás niños, trata de ayudar a un compañero que ha procedido mal explicándole lo incorrecto de su actuación, trata de convencerlo de que ha infringido las reglas sin ir a quejarse al adulto... Cuando hay amistad los niños se percatan de cuándo uno de ellos está alegre, o por el contrario, está triste y tratan entonces de alegrarlo, jugar con él, etc.
Prueba a contarle al niño esta historia:
Érase una vez dos niños que iban caminando por el bosque. Estos niños eran amigos desde hacía mucho tiempo. De pronto, un oso grande y fiero salió a su encuentro, imponente con sus afeiladas garras y dando unos fuertes rugidos. "¡Oh, qué espanto ante aquel animal tan feroz!" El miedo era tal que uno de los niños echó a correr, y sin mirar hacia atrás ni preocuparse por nada, trepó a un árbol y se ocultó entre las ramas, para que el oso no pudiera verlo y luego poder escapar. El otro niño, despavorido, se quedó paralizado por el temor, y viendo que no tenía escapatoria del imponente animal, y que su amigo se hallaba a salvo, se quedó en medio del camino, se echó al suelo y se fingió muerto.
El oso, sorprendido, se le acercó y se puso a olerlo, pasando su nariz por todo su rostro, las orejas, el cuello, el pecho, las piernas, tratando de observar si había alguna reacción. El niño retuvo la respiración, pues sabía que si hacía algún fuerte movimiento el oso podría darse cuenta de que él pretendía engañarlo. De nuevo el oso volvió a olerle cara, le lamió las mejillas, le escudriñó las orejas, emitiendo gruñidos bajos pero tranquilos.
Tras un largo rato olfateando, el oso creyó que el niño estaba muerto y que, por lo tanto, no suponía ningún peligro para él, por lo que se alejó. Cuando el fiero animal ser marchó, el niño que estaba en el árbol bajó rápidamente y le preguntó entre risas a su amigo:
-¿Qué te ha dicho el oso al oído?
-Me ha dicho que los que abandonan a sus compañeros en los instantes de peligro no son verdaderos amigos."
Una vez leído el cuento, comenta con tu hijo qué le ha parecido la historia, cómo habría reaccionado él, quién es mejor amigo en esta historia... Intentar encauzar tu relato de tal forma que critiques la actitud del pequeño cobarde que huye sin preocuparse por su compañero. Puedes terminar esta actividad dibujando una postal para su amigo, en la que coloreará un bonito dibujo y después añadirá una cariñosa dedicatoria
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