Respetar lo que es del otro
Por su propio desarrollo evolutivo, el niño de la primera infancia cree que todo le pertenece, que todo gira entorno a él, y por lo tanto, todos los objetos del mundo son suyos. Así, cree que todas las acciones para obtenerlas son permitidas.
El egocentrismo inicial del niño va cediendo poco a poco y da lugar a actitudes mas sociables que lo obligan a no mentir, a no utilizar medios no adecuados para obtener lo que quiere. Te ofrecemos un cuento que le ayudará a entender qué es la honestidad.
Cuenta al niño la siguiente historia
"Érase una vez un niño muy pobre que vivía con sus padres en las afueras de la ciudad. Juanito, que así se llamaba el niño, se iba todas las mañanas bien temprano al mercado de la ciudad, a tratar de buscar algo que hacer para que los comerciantes lo ayudaran con algunas cosas que le regalaban - frutas, hortalizas, verduras -, y contribuir a la economía hogareña, a pesar de que como era un niño era bien poco lo que podía conseguir.
Un día, estando sentado frente a una tienda de frutas, vio a una anciana comprando cosas que echaba en una bolsa grande. Juanito se acercó a ella para tratar de ayudarla, pero la anciana, al verlo tan desarrapado, lo echó de su lado, porque temía que el niño le fuera a coger alguna fruta que acababa de comprar. Juanito no le hizo mucho caso, pensando que quizás la viejecita había tenido anteriormente alguna experiencia desagradable.
En eso la anciana se va y, como era muy viejita, echó su bolsa del dinero en la bolsa de la compra. Esta se cayó al suelo sin que se diera cuenta. Juanito corrió donde la bolsa había caído, y cuando la abrió ¡Cielos, allí había dinero como para que toda su familia comiera una semana! ¡Qué suerte!.
¿Y sabes lo que hizo Juanito? Corrió hacia la anciana que ya se iba del mercado. Al verle de nuevo, la señora le dijo: “Mira niño, ¡ya te dije que no quiero que me ayudes!”
“Señora” replicó Juanito no es para eso, sino para devolverle esta bolsa que se cayó sin que usted se diera cuenta.”
La anciana incrédula tomó la bolsa, miró dentro y exclamó: “Que injusta he sido, un niño tan honesto y yo rechazándolo. Ven conmigo a mi casa, para que te de todo lo que necesites para ti y tu familia.”
Y dicen que desde entonces todo el mundo en la vecindad llama a Juanito “el honrado”, por lo honesto que había sido en su conducta.
Habla con tu hijo
Una vez terminado el cuento daremos la posibilidad al niño de que haga comentarios sobre lo sucedido en el relato, guiaremos la conversación hacia la conducta honesta seguida por Juanito, hablaremos con el niño sobre qué es la honestidad, definiremos cuáles son las buenas acciones para considerar a alguien honesto de forma que comprenda qué es la honradez, y cómo deben ser las relaciones entre las personas honestas.
Colorear y colocar
Se puede terminar coloreando y poniendo en orden las secuencias del cuento.
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